No sabe precisamente cuándo, o dónde surgió la especie biológica con conciencia, la gente pensante, el Homo sapiens. La investigación de nuestros ogígenes prehistóricos nos regresa en el tiempo hasta la etapa de las tempranas innovaciones de nuestros ancestros. Se cree que somos resultado de la evolución de especies que vivían en la parte sur de África. Estos primeros humanoides se aventuraron a salir a las planicies verdes y a entrar en las cuevas conforme las selvas iban desapareciendo lentamente en esa parte del mundo. En los altos pastizales, para defenderse de sus enemigos aparentando ser más grandes, o para sostener ramas que usaban como armas. En cualquier caso, sus manos desarrollaron una magnífica habilidad para llevar comida objetos. Cerca del lago Turkana, en Kenia, se encontró una piedra de cerca de tres millones de añs de edad que fue afilada hasta darle la forma de un instrumento preciso que prueba el consciente y deliberado desarrollo de una tecnología, una herramienta. 

 

Las figuras de piedra anteriores se pueden haber usado para extraer raíces o cortar carne de animales para usarlas como alimento. Mientras sólo se puede especular acerca del uso de las primeras herramientas, se sabe que éstas marcaron un gran paso de la especie hamana en el inmenso camino recorrido desde los orígenes primitivos hasta un estado cibilizado. Un número de saltos cuánticos proporcionan la capacidad de organizar una comunidad y de obtener alguna medida de control sobre el destino humano. El habla (la capacidad de hacer sonidos con el fin de comunicarse) fue una habilidad desarrollada por la especie hamana en el largo camino evolutivo desde sus arcicos comienzos.

 

La escritura es la contraparte visual del lenguaje. Las marcas, símbolos, imágenes o letras dibujadas o escritas sobre una superficie o sustrato se convirtieron en la contraparte gráfica de la palabra hablada o del pensamiento no hablado. Tanto las limitaciones del lenguaje como la falla de la memoria humana y la irgencia de expresión hacen que la palabra hablada pueda trascender en tiempo y espacio. Hasta la presente edad electrónica, las palabras habladas desaparecieron sin dejar rastro, mientras que las palbras escritas permanecían. La invención de la escritura llevó a las personas a la ilusión de la civilización, y permitió preservar conocimientos, experiencias y pensamientos.

 

El desarrollo de la escritura y el lenguaje visible tuvo sus orígenes en pinturas simples, ya que hay una estrecha relación entre el dibujo de pinturas y los trazos de la escritura. Ambos son formas naturales de comunicación de ideas, y de las primeras personas usaron dibujos como una manera elemental de registrar y transmitir información.