Comunicación visual en la prehistoria

 

Las primeras señales humanas en África tienen una antigüedad de 200,000 años. Desde el periodo paleolítico temprano hasta el neolítico (35 000 a.C), los primeros africanos y europeos dejaron pinturas en cuevas, incluyendo la famosa cueva de Lascaux en el sur de Francia. El color negro se obtuvo a partir de carbón y el rango entre tonos cálidos desde amarillos leves hasta rojos ocres se consiguió a partir del rojo y el amarillo de los óxidos del hierro. Esta paleta de pigmentos se mezcló con grasa como ligador. Las imágenes de los animales se dibujaron y pintaron en las paredes de estos canales de agua subterráneos que los hombres y mujeres preshitóricos utilizaban como refugio. El pigmento quizá fue untado en las paredes con un dedo, o una brocha hecha de cerdas o pajas. Éste fue el inicio del arte fino tal como ahora se conoce. Más bien, fue un dibujo de comunicaciones visuales, porque estas primeras pinturas se elaboraron para sobrevivir y se crearon con prósitos utilitarios y rituales. La presencia de lo que parecen ser marcas de lanza a los lados de algunas imágenes de estos animales indican que tal vez se usaron en ritos mágicos diseñados para ganar poder sobre los animales y tener éxito en la caza. O quizá, fueron auxiliares de enseñanza para instruir a los jóvenes en el proceso de la caza como un esfuerzo cooperativo de grupo. Signos geométricos abstractos, incluyendo puntos, cuadrados y otras figuras están entremezcladas con las de animales en varias pinturas de las cuevas. No se sabe si en ellas se representan objetos hechos por el hombre o son los precursores de la escritura, y nunca se sabrá con toda certeza, ya que fueron hechas antes del inicio de la historia registrada (el periodo de 5000 años durantes el cual las personas han registrado en escritos una crónica de su conocimiento de hechos y sucesos). Los animales pintados en las cuevas son pictogramas, pinturas elemntales o bosquejos que representan las cosas descritas. Por todo el mundo, desde África a América del Norte hasta las Islas de Nueva Zelanda, las personas prehistóricas dejaron numerosos petroglíficos: es decir, signos grabados o rayasos o simples figuras en una roca.